"El recuerdo de Francisca que llevo entretejido como parte de mi alma me pone triste a veces pero cada vez menos. La añoranza que siento por ella se me transfigura y renace del recinto suyo de mi memoria como una evocación tierna y amorosa que me hace bien y que viene y se va" José Luis Rosasco
Me recuerda muchas cosas, en parte mi infancia carente de este tipo de libros ya que éste, por ejemplo, lo leí cuando tenía 16 años. Justo cuando mi vida estaba dando vueltas por los lugares más recónditos del universo del alcoholismo. Recuerdo que me intoxicaba en alcohol para poder llorar, porque si lloraba sobria me sentía débil. Francisca, yo te amo me devolvió esas ganas de leer, de dejar la vida que llevaba para insertarme en la de la lectura más que nunca, y desde ese día leo cada papel con letras que llegue a mi mano, ya sea un boleto de micro o el mejor de los libros.
Si tuviera que dedicar esta frase, se la dedicaría a quien fuere mi Francisca, si Rosasco tuvo la suya, me siento orgullosa de poder decir que yo también tuve la mía. Y le diría que... no hubo día que no pensara en ti desde ese 10 enero de 2010. Gracias por el efecto boomerang. Por escucharme y si bien no devolverme el tozo de vida que te llevaste de mí...Recordarme siempre que fui una niña de catorce años que se comió todos sus errores por no ver bien por dónde caminaba.
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